Independencia, Reforma, Revolución
ECONOMÍA COLONIAL
XV | XVI | XVII | XVIII XIX | |||||
1492 | 1550 | 1620 | 1750 - 1810 | |||||
1° ETAPA | 2° ETAPA | 3° ETAPA | 4° ETAPA | |||||
Prevalecen formas de
propiedad indígenas El interés de España es ACUMULAR MINERIA Utiliza la ENCOMIENDA (como principal forma de explotación de la fuerza de trabajo) La actividad agrícola es escasa, solo para satisfacer necesidades inmediatas. Se permite a la nobleza Indígena que NO se opuso a la conquista, conservar sus propiedades. Gobiernan los HABSBURGOS | La principal
producción es la MINERIA Se establece la población Blanca: - Se crean ciudades - Comunicaciones - Se sustituye la Encomienda por el REPARTIMIENTO - Se inicia el impulso de la AGRICULTURA y la GANADERIA - Se crean mas HACIENDAS - De 1570-1600 se da gran concentración de la tierra: 75 000 Km2 se legalizan a través de COMPOSICIONES Se logra GRAN EXPANSION DE LA ECONOMIA - Auge de la minería, comercio y agricultura. - Aumenta la producción textil por crecimiento de la demanda. - Se crean los obrajes (embriones de la Fábrica moderna) Se da un ascenso Económico Europeo, Disminuye la Población y los Tributos, por ello: - Establecen Tributo en dinero. - Impone la Nobleza Indígena un trato igual que a las Castas. | SIGLO DE LA GRAN DEPRESION ECONOMICA (En Nueva España; España y Europa) De 1610 a 1650 disminuye 1 millón habitantes. La población indígena pasa de 2.5 a 1.5 millones. Ante la crisis Minera, la AGRICULTURA pasa a ser la principal actividad productiva. Las HACIENDAS originan la desaparición de las Mercedes Reales y las Composiciones Aparece el PEONAJE acasillado y libre. Se suspende como sistema de trabajo la Encomienda y el Repartimiento (Abolición 1632-33) AUMENTA POBLACION BLANCA Y MESTIZA Crecen ciudades, comercio y tributos. Predominio de la IGLESIA (1713-15) Los BORBONES sustituyen a los HABSBURGOS | En 1765 se Inician "REFORMAS BORBÓNICAS" En 1767 se Expulsan a los Jesuitas Se dan las CRISIS AGRÍCOLAS: 1785-1786; 1767-1769; 1801-1802; 1809-1810. MODERNIZACION O REFORMAS BORBONICAS (Buscan convertir a Nueva España en MERCADO). a) REFORMAS POLITICAS: - Cambios Gobierno - Reducción poder Iglesia - Fortalecer Ejército - Crean las Intendencias b) REFORMAS ECONOMICAS: - Integrar al trabajo a los indígenas para aumentar el consumo. - Reorganización Finanzas - Libertad Económica a las colonias para comerciar - Apoyar producción agrícola del Tabaco - Otorgan nuevas concesiones - Eliminar monopolio comercial de Cádiz y Sevilla - Supresión “Casa de Contratación de Sevilla” creada en 1503 y trasladada en 1717 de Sevilla a Cádiz. - Reactivar Minería (funda Tribunal Minas, Seminario de Minas y publicación de Ordenanzas Mineras). AUGE Y FORTALECIMIENTO DEL LATIFUNDIO Crisis Agrícola (aumenta desempleo y se encarece la vida) RECRUDECEN LAS CONTRADICCIONES QUE DARAN LUGAR A LA GUERRA DE INDEPENDENCIA | |||||
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Elaborado SusiHuerta | ||||||||
LAS SOCIEDADES SECRETAS EN LA NUEVA ESPAÑA 1801-1815
Elaboró
Profesor JOSÉ R. GUZMAN RODRÍGUEZ
PRÓLOGO
Las naciones
europeas que lograron tener posesiones en América, intentaron con diferentes
medidas económicas, sociales y políticas, sacar todos los beneficios posibles
para su metrópoli. España en particular estableció un monopolio comercial al
cual se sujetaron sus colonias, pero esta política posiblemente no fue la más
acertada, además de otros gravámenes a que fueron sujetos los viajes
trasatlánticos.
España había
adquirido un extenso imperio, pero difícilmente pudo protegerlo, por un lado
Inglaterra comerciaba desde su base de operaciones que era Jamaica y Estados Unidos aprovecharon la poca vigilancia
que existía en el extenso territorio que había al sur de sus fronteras donde
además de comerciar estaban fijos los intereses de ampliar su dominios, aceptando
el descuido español.
Durante el
primer siglo de dominación España recibió de Nueva España un continuo flujo de
riquezas en las que en buena medida fincó su poderío como potencia europea. Sin
embargo, ya para el siglo XVIII, y como resultado del crecimiento de la
población criolla y el desarrollo de las actividades productivas, la metrópoli
había delegado una porción significativa de facultades políticas y
administrativas en los funcionarios que la gobernaban en su nombre y en las
corporaciones que, como la iglesia y los comerciantes, tenían una significación
social.
La Gran
Bretaña además, había logrado desarrollar una industria que necesitaba exportar
a otras zonas, buscó en América Latina las formas para lograrlo y España lo propició debido a la tardanza en
la travesía de los barcos, por trámites burocráticos y también por el peligro
que significaba el asalto de los piratas, así permitía que las largas costas de
Sudamérica y del Golfo de México quedaran en un campo adecuado para que por
medio del cohecho se introdujeran hasta las propias aduanas españolas sus
mercancías.
Los Estados
Unidos por su parte, al poco tiempo de lograda su independencia, iniciaron un
rápido desarrollo agrícola e industrial que necesitó exportar a otros mercados,
y una oportunidad grande fue la que Napoleón ofreció al convulsionar la zona
europea, pues los países beligerantes solicitaron sus barcos, armas, alimentos,
vestidos, etc.
Así los
movimientos de liberación de las colonias hispanoamericanas sirvieron para
brindar la oportunidad que Inglaterra
vendiera barcos y armas a insurgentes y que los Estados Unidos convirtieran la costa
del Atlántico y el Valle del Mississipi en una creciente región industrial
naviera.
Las
divergencias habidas en Europa al nacer el siglo XIX, tuvieron una amplia
repercusión en América por un lado las provincias españolas iniciaron una larga
lucha de liberación y por otro los Estados Unidos aprovecharon la convulsión
del viejo mundo para extender su comercio, pero principalmente para ampliar su
territorio.
De esta
manera en Estados Unidos se desarrolló
una red de intercomunicación de noticias, de ayuda personal, de nexos con
comerciantes y lo más importante es que trabajaron por un bien común: ayudar al
movimiento de liberación y se desarrolló
así un pro-hispanoamericanismo.
Con el
arribo de la Dinastía Borbónica al gobierno español, se hicieron presentes las
nuevas tendencias de organización política y económica que se expresaban en las
monarquías ilustradas y en el nuevo tipo de relaciones económicas generadas por
la expansión del capitalismo. España buscó un reajuste administrativo y
político que le allegaran mayores recursos de sus colonias, recursos
necesarios, además, en vista de los conflictos desencadenados entre las
potencias europeas.
Si bien, en
términos generales, las reformas Borbónicas incrementaron el auge de algunas
actividades como la minería y la organización administrativa fue correlativa a
la recuperación del control político e hizo posible el aumento del flujo de
recursos a la Corona, pero también propiciaron la agudización del desequilibrio
social interno.
La bonanza
económica que vivió España se hizo
patente no sólo en las espléndidas construcciones barrocas de la época sino
también se percibió a través de diversas manifestaciones científicas,
tecnológicas y culturales.
Las
actividades y el optimismo de un sector privilegiado que recibió los beneficios
de un progreso espectacular contrastó, sin embargo, con la situación que
padecieron las castas y especialmente los indígenas, empobrecidos por
la pérdida de cosechas y encarecimiento de productos durante los últimos años
del siglo XVIII y los primeros del XIX.
Si bien la
Real Cédula de Consolidación de Vales Reales, expedida en 1804 por el gobierno
español, respondió en primera instancia para lograr una importante contribución
económica de la Colonia a España y que resultaba acorde con el proyecto
borbónico de disminuir el poder de la iglesia, también provocó un fuerte
descontento en el seno de la sociedad Novohispana, pues al determinar el pago
inmediato de las hipotecas concertadas a largo plazo con la iglesia, acarreó
una situación desastrosa para sectores que habían venido disfrutando de
importantes mejorías.
La inquietud
provocada en estos años encontró además una ocasión propicia para expresarse
cuando, invadida la Península Ibérica por las fuerzas napoleónicas. Carlos IV,
primero y Fernando VII después, se vieron forzados a abdicar, y quedó en manos
de Napoleón Bonaparte la decisión de quién ocuparía el trono español.
En
América para las autoridades españolas
fue un constante batallar la zona costera comprendida entre Texas y los hoy estados
de Tamaulipas y Veracruz, ya que por distintas partes de estas costas entraban
un buen número de armas norteamericanas e inglesas, así como noticias que
venían de Europa hacia América, entre ellas las informaciones de las
organizaciones secretas que pululaban por España, Inglaterra, Estados Unidos y
la insurgente Hispanoamérica.
Las conspiraciones
de Valladolid y de Querétaro, organizadas sucesivamente, fueron descubiertas y,
al serlo esta última, el inicio del movimiento armado se tornó inaplazable,
Miguel Hidalgo y Costilla lo inició y después de una lucha larga y llena de
contrastes, continuó José María Morelos
con regular éxito y a su muerte decayó el movimiento y de forma raquítica lo
sostuvo Vicente guerrero, hasta que las condiciones en Europa y en especial en
España en 1821 se logró la independencia.
INTRODUCCIÓN
A partir del
movimiento renacentista se generó una serie de cambios en el pensamiento
humano, que continuó a lo largo de los siglos XVIII y XIX, lo que repercutió en
la política mundial.
Inglaterra,
tras una larga serie de sangrientas luchas político-religiosas, había logrado
crear un Estado constitucional, en el que se mantenía el orden por medio del
equilibrio de los poderes públicos.
Francia
recogió todas las innovaciones que campeaban en el ambiente y las elaboró por
medio de sus pensadores: Rousseau, Voltaire, Diderot, y otros hombres no menos
sagaces, fueron los primeros en implantar el nuevo régimen en todos los órdenes
de la vida, construyendo inconmovible el edificio del libre pensamiento y
abriendo el camino a la plena emancipación del espíritu.
Resultado de
este movimiento de emancipación fueron las asociaciones secretas, que al amparo
de las libertades que El Estado otorgara, se crearon para fines humanitarios y
de difusión de las nuevas ideas, y sirvieron al mismo tiempo de muro de defensa
contra los ataques de la reacción, en su empuje por conquistar el terreno
perdido.
La francmasonería
surgió y se desenvolvió en una completa independencia de la iglesia y el
Estado, no obstante las persecuciones de que fueron objeto sus afiliados en
algunas naciones, siendo tan solo tolerada en otras, y mal vista en general,
como casi todos los organismos que se proponen fines colectivos.
Las logias
que comenzaron con un modesto núcleo constituido por iniciados que sentían
entusiasmo por sus ideales, llegó a ser una fuerza social poderosa que contó
con miles de adeptos en toda Europa. Las tentativas para disolverla fueron
muchas, pero casi siempre infructuosas, ya que la masonería fue extendiéndose
por dondequiera, habiendo contribuido, en no escasa medida, al avance de los
pueblos, ejerciendo una saludable influencia en el orden moral, favoreciendo el
desarrollo de las ideas libertadoras.
Los vínculos
que unían a los francmasones en los períodos en que florecía el
romanticismo, fue una parte el deseo
noble de desvanecer las preocupaciones y de otra, el trabajar por una utilidad
común y ambos proyectos estribaban en un anhelo cordial: la fraternidad.
Hablar sobre
el pasado de estas Sociedades es tarea difícil por el secreto de que están
rodeadas, tanto su origen como su desenvolvimiento y por la multiplicidad de
formas que revistió al adecuarse al modo de ser de cada país. Por eso hay
tantas y tan diversas modalidades, lo mismo en su constitución que en su
funcionamiento.
La historia
de la masonería estuvo rodeada de un ambiente de misterio o tenida por
sospechosas, apoyándose, sin embargo, en sólida base y principios científicos
de la época. En diversos momentos y gracias a determinadas participaciones de
algunos elementos masónicos ilustres, exentos de toda preocupación, vino esta
Sociedad a ser un gran elemento impulsor de los ideales de progreso.
Hay una
opinión generalizada que el origen de la francmasonería está en los antiguos
misterios hindúes y egipcios y se extendió rápidamente en Alemania, Inglaterra,
Francia, España y posteriormente al continente americano.
El contenido
del trabajo que se presenta a continuación trata dos vertientes de estas
organizaciones:
a) Una se
refiere a la situación de estas sociedades en América, y toma como ejemplo la
figura de uno de sus integrantes (Fray Servando Teresa de Mier).
b) Por otro
lado la organización de Los Guadalupes, vinculado de manera directa al
movimiento independentista, principalmente en su segunda etapa, con la figura
de José María Morelos y Pavón.
DOCUMENTO UNO. SOCIEDADES SECRETAS
Las
sociedades secretas han tenido una importancia vital en algunos periodos de
nuestra historia, ya que propiciaron la modificación de ideas, instituciones y
pensamientos. En casi todo el siglo XIX se pueden ver huellas de su paso en el
pensamiento liberal que se gestó: la educación laica, la separación entre la
iglesia-estado, adopción del sistema federal, entre algunos, pero también es
innegable que intervinieron en la generación
que buscaban un nuevo orden de Estado.
Estas
sociedades han existido en nuestro país, desde fines de la colonia, se tiene
noticias que la primera logia que se
fundó en la Ciudad de México fue en 1782, la que sesionaba en la relojería del
francés Juan Estaban Laroche, a la cual concurrían varios españoles, mexicanos
y algunos franceses que habían venido con el segundo Conde de Revillagigedo.
Estas
primeras logias se formaron bajo el rito escocés provenientes de la Gran Logia
de Inglaterra, y se vieron incrementadas
en 1813 con la llegada de varios oficiales del ejército español. Otro impulso
lo dio el grupo de personas que acompañaron a Juan O' Donojú, que en su mayoría
eran liberales y simpatizantes de la masonería, como el Dr. Manuel Codorniu,
fundador del periódico “El Sol”.
Al
proclamarse Iturbide emperador y no cumplir la promesa del Plan de Iguala y los
Tratados de Córdoba, se despertaron grandes descontentos que llevaron a la
formación de grupos para derrocarlo.
El personaje
que desempeñó un papel importante en nuestro país por representar a estos
grupos masónicos fue Fray Servando Teresa de Mier, que a lo largo de gran parte
de su vida fue transmisor de las ideas forjadas en ese grupo y las extendió a
los lugares donde estuvo, lo cual propició la extensión de las mismas.
Para dar a
conocer una parte de la vida de Fray Servando Teresa de Mier, se cuenta con una
carta de la "Sociedad de Caballeros Racionales" enviada de Londres a
Caracas; el barco que conducía esta correspondencia fue asaltado por el
Corsario San Narciso, cuyo capitán para ser más productivo el botín, interesó a
Fernando Miyares en Coro, Venezuela para que obtuviera esos valiosos informes y
diera a conocer a la Corona Española los planes que se formaban en otros países
a favor de la independencia de Hispanoamérica.
Miyares, al adquirirlos envío una copia al
Virrey Francisco Javier Venegas para que tomara las disposiciones convenientes
en contra de esas pretensiones. La participación de Mier en estas sociedades se
contempla con los datos que él mismo proporcionó en el juicio inquisitorial a
que fue sometido en México en el año de 1817.
Resulta difícil el estudio de las
sociedades secretas debido a que no querían que sus objetivos fueran del
dominio público, sin embargo por la importancia que ellas tuvieron para el
movimiento de Independencia de Nueva España, a continuación se presenta de
forma breve, su formación en Europa y su difusión en el Continente
Americano.
La política
de Napoleón Bonaparte amenazaba a cada momento, la presión que ejercían
Inglaterra y Estados Unidos sobre las colonias era un peligro constante y las
provincias de Ultramar manifestaban ocasionalmente su inquietud debido a que
sus problemas no recibían solución; además ejemplos como la Independencia de
las Colonias Inglesas y la Revolución Francesa hacían que sus posesiones
alimentaran el espíritu de separación.
En América
el sector criollo era el que principalmente sostenía una actitud de protesta, a
pesar de que no fue uno de los más hostilizados, pero contaba con dinero y
tenía una visión amplia de la situación que prevalecía, por otra parte, la
sujeción a la metrópoli estorbaba el desarrollo de su economía y sus miembros
se veían privados, además del derecho a ocupar empleos civiles y religiosos de
importancia y a tener comercio libre con países extranjeros, todo esto, aunado
al deseo de querer gobernar su país natal, provocaba el descontento.
Varios
miembros de este sector comenzaron a trabajar en algunas de las colonias con la
intención de buscar formas para lograr la separación, Francisco Miranda, por
ejemplo, recorría varios países para reunir fondos y formaba pactos y
sociedades, en 1803 fundó la logia americana en Londres, en París firma un acta
secreta con O'Higgins y varios hispanoamericanos, en que se Comprometían
en lucha por la Independencia y años más tarde, en 1809, vuelve a la capital
inglesa y establece el Supremo Consejo de América. Heredero y continuadores de estos trabajos
fueron Simón Bolívar, San Martín, y Carlos Alvear, este último con más ahínco.
La situación de España invadida por el ejército francés, propició la
oportunidad para activar la Independencia y varios criollos que estaban en la
Península se unieron para discurrir y desarrollar planes. El
argentino Carlos Alvear, en el barrio de San Carlos, en Cádiz, formó en
su propio hogar una reunión “Caballeros Racionales”, a la cual concurrieron
españoles simpatizantes del pensamiento liberal y algunos que se
adhirieron sólo para tener un puerta de
salida en caso de que el panorama de España no cambiará; la mayoría de los que
se afiliaron a esta reunión fueron americanos, muchos de los cuales
posteriormente desempeñarían importantes servicios a la causa.
La existencia de éstas sociedades en toda Europa era común, en el caso
particular de España, el problema a los que se enfrentaba el pueblo y a la
inconformidad con el sistema de gobierno, hacían que los descontentos que reunieran
en esos conventículos para conspirar, siendo las reuniones más comunes las
logias masónicas que dependían en mayor número del gran oriente de Inglaterra;
Francia había logrado fundar varias para mantener su influencia y
principalmente lo logró cuando sus tropas invadieron esta zona; además existían
otros que trabajaron bajo el amparo del propio Gran Oriente Nacional Español.
Un centro fuerte en sociedades masónicas fue Cádiz, que en 1807 contaba con
la logia “Tolerancia y Fraternidad”, un
año después con la denominada “Hijos de Edipo” y en 1810 con la llamada
“Legalidad”. Cuando las cortes tomaron
como sede en 1808 , logró tener más auge debido al movimiento ideológico; los
talleres masónicos en este periodo fueron lugares donde se
discutían muchos proyectos que después tomarían cuerpo en la Constitución de
1812, y el principal templo que recibió a estos representantes fue la logia
“Hijos de Edipo”. Quienes no encontraron
afinidad con sus ideas formaron nuevos centros, varios con rito distinto, y en
todas estas reuniones, aunque se seguía la liturgia de la masonería, sólo se
tomaba como un formulismo, pues sus fines se apartaban totalmente de las bases que han sustentado este
movimiento.
Los Caballeros Racionales fueron de esta tendencia, toda persona que
deseaba participar, era obligada a tener este juramento: “Nunca reconocerás por
gobierno legitimo de tu Patria sino aquel que sea elegido por la libre y
espontánea voluntad de los pueblos; y siendo el sistema republicano el más
adaptable al gobierno de América, tendrás por cuantos medios estén a tu alcance
a que los pueblos se decidan por el...”
Fray Servando Teresa de Mier, menciona en su juicio inquisitorial, que
Carlos Alvear le tomó el juramente.
La idea de esta sociedad fue tener un centro principal en Europa y otros
repartidos en América para trabajar en forma organizada. Se contaba
además, con el apoyo de Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica. El primer país ofreció un puerto de salvación
en caso de que fueran descubiertos o perseguidos sus miembros y el segundo mantener correspondencia por medio de las
logias de Filadelfia para informar sobre la institución que prevalecía al sur
de sus fronteras.
En
Sudamérica se logró fundar varios de estos centros; en México, Vicente Acuña
estableció una en Jalapa, Veracruz, donde despertó interés y logró reunir a más
de cincuenta personas, donde se contó entre ellas a miembros tan distinguidos
como el "Canónigo más antiguo de la Catedral de Guadalajara", Don
Ramón Cardeña y Gallardo, quién ocupó el cargo de presidente de la logia.
Francia e
Inglaterra fueron los países preferidos para quienes salieron huyendo del
despotismo español, Carlos Alvear se dirigió a Londres donde residía su familia
y como gran parte de los miembros pertenecientes a la sociedad, también habían
salido de España, estableció en su casa la Logia Americana.
En esta
ocasión la logia sirvió como centro de refugio a muchos que habían salido
perseguidos por el gobierno de Fernando VII”.
Fray
Servando fue miembro de esta Logia Americana desde que sesionaba en el barrio
de San Carlos, fue invitado por un español natural de Vizcaya, para que fuera
ayudado en su situación económica, así como ya se había hecho con el inquieto
Álvarez de Toledo, además habla de que le daría la iniciación que era necesaria
para arribar a América con el partido insurgente, en caso de que el peligro
fuera inminente y tuviera que abandonar España.
Cuando Fray
Servando regresó a México y quedó libre del cautiverio en que lo tuvo la Santa
Inquisición, intervino en acontecimientos de importancia .como la caída del
emperador de Agustín de Iturbide y de manera muy distinguida en el congreso que
dio la Constitución de 1824.
Al término
del movimiento de Independencia estos grupos continuaron su intervención en la
política nacional, así como la formación de cinco logias, bajo la liturgia de
York, pero más que una cuestión
religiosa, desempeñaron un papel político predominante; posteriormente se formó el rito nacional mexicano, cuyo fin fue volver a lo principios
de la masonería pura; su iniciador fue José María Mateos, bajo la liturgia de
la masonería francesa. Cada logia para dar importancia a su grupo, nombró por
dirigentes a insurgentes de reconocido prestigio; los escoceses a Nicolás
Bravo, y los Yorkinos a Vicente Guerrero. Los Yorkinos con los atributos de ser
un partido popular, defensor de la Independencia y la federación, pronto
adquirieron gran número de afiliados, aun del partido opositor; llegaron a ser
tan fuertes los ataques entre las logias que se propuso en 1826 una ley que las
proscribiera.
Los Yorkinos
fueron a Los Guadalupanos, para contrarrestar a los escoceses y ganar mayor número
de adeptos que le dieron un carácter patriota, organizaron fiestas en honor de
la Virgen de Guadalupe, símbolo que representaba la Independencia y la
mexicanidad. Más tarde se formó un tercer grupo denominado Los Imparciales, con
miembros disidentes de los bandos y algunos antiguos insurgentes, sus principios
eran velar por una justicia moderada y
apoyar a Manuel Codorniu.
El 25 de
octubre de 1828 por considerar que toda sociedad secreta era peligrosa para la
paz e integridad de la nación se decretó una ley de proscripción; unido a este
decreto se publicó una Bula Papal de León XII que proscribía el establecimiento
de sociedades masónicas.
DOCUMENTO
DOS. LOS GUADALUPES.
A
continuación se mencionan los aspectos relevantes de la organización de Los
Guadalupes, que dejó testimonios de la intercomunicación que circuló entre
ellos.
Al ser descubierta la conjura de
Querétaro, el movimiento fue adquiriendo mayor fuerza con la participación de
las masas campesinas (1810), además a Ignacio López Rayón se debió la creación
de la Suprema Junta Nacional América, en la que colaboraron varios de los
hombres más valiosos de la independencia. Fue la necesidad de mantener un mayor
número de conexiones con los partidos, no solo ganar al enemigo las batallas,
sino convencer a los poco entusiastas y
también mantener bien informados a todos los que luchaban por la Independencia
del desarrollo de la contienda, de las ventajas de los nacionales y estos de
las maquinaciones de los realistas, de sus planes de ataque, de sus recursos.
Un servicio de inteligencia, de enlace, se imponía para realizar estas
funciones, más ese servicio por su propia naturaleza tenía que permanecer
oculto, anónimo, disperso en todos los ámbitos, con gran cohesión, con un gran sentido organizador y actuando
con sigilo, suma prudencia, cautelosa inteligentemente.
Fue esta
necesidad la que hizo surgir entre los
partidos de la Independencia la idea de constituir una organización bien
tramada, activa y secreta que sirviera de medio eficaz para unir a los simpatizantes
dispersos de la insurgencia, que los conectara con los jefes y que diera a los
grupos rebeldes el auxilio material y moral que requerían en una guerra que era
desigual. Ese grupo de hombres y mujeres decididos y generosos, dotados de
clara conciencia, auténtico valor, audacia inigualable y un sentido de
organización extraordinario, aunado aun anhelo patriótico, auxiliaron en todo
momento a los insurgentes, ellos fueron Los Guadalupes, cuyos miembros ocuparon
distintos cargos dentro de la administración virreinal: condes, marqueses,
oidores, regidores, doctores, licenciados y clérigos de distintas investiduras.
Esta circunstancia permitió que estuvieran informados de cuanta medida tomaban
las autoridades para combatir la rebelión ya que los insurgentes no transmitían
los simples rumores de la calle, sino las determinaciones más reservadas, lo
que indica que su red era amplísima.
La
existencia de la Suprema Junta Nacional Americana como un gobierno organizado
capaz de conducir al país a la obtención definitiva de su independencia, fue
considerada por las autoridades virreinales como altamente peligrosa, por lo cual
trataron de minar su prestigio, debilitarla, hacerla caer en sutiles redes que
el Virrey Javier Venegas le tendió. Para ello, dio muestras de sobrestimar el
valor de la junta, sus alcances y organización, valiéndose de numerosas
artimañas, trató de entrar en contacto con élla para concertar ciertos arreglos
que pacificaran al país; mas en el fondo, con el propósito de darse cuenta de
su fuerza real, de conocer la trama secreta que existía entre la Junta y sus
simpatizantes, con el fin de desbaratarla y destruirla.
El Virrey
Venegas trató de acercarse a Rayón para proponerle la paz y al mismo tiempo la
Junta fue perseguida tenazmente, esto ocasionó que entre sus miembros surgieran
desavenencias y que la confianza depositada en Rayón se dirigiera a Morelos
quien ya había adquirido prestigio político y militar. Por estas razones, la
correspondencia entre los distintos caudillos disminuyó, además que para mayor seguridad una vez que era
recibida se destruía y en otras circunstancias era interceptada por las autoridades
virreinales.
La
comunicación secreta se inició en 1811 con Rayón; las cartas enviadas a Morelos
van de 1812 a 1815. La mayor parte de la correspondencia era firmada por
seudónimos, algunos ejemplos son los siguientes: Señor don número uno, dos,
etc. Serafina Rocier, nombres de intelectuales europeos, de patronos de la
iglesia o la más generalizada "Los Guadalupes". Así como los insurgentes
consideraron a la Virgen de Guadalupe como una fuerza protectora y los
realistas se ampararon en la Virgen de los Remedios.
Los
Guadalupes empleaban para hacer llegar su correspondencia muy variados medios.
Mensajeros y correos cuya lealtad era parte, corrían el país, disfrazados o no,
libremente en ocasiones, otras ocultándose para evitar cayesen en manos de los
enemigos las preciadas informaciones que llegaban. Estos mensajeros, auxiliados
por una cadena de simpatizantes tuvieron que llevar posteriormente no solo
pliegos ocultos hasta la suela de los zapatos sino ejemplares de periódicos,
libros, tipos de imprenta y la imprenta misma, valiéndose de todos los
subterfugios posibles, por ejemplo, el que unas damas con el pretexto de un día
de campo, transportaron toda una pequeña imprenta en las canastas que
supuestamente llevaban comida.
La capital
novohispana y Puebla, fueron los centro donde salió la mayor parte de la
correspondencia con destino a toda la República. Ente los envíos, destacaron el
Diario de México, Gacetas y periódicos editados por Joaquín Fernández de
Lazardi y Carlos María de Bustamante, como El Pensador Mexicano y el
Juguetillo, respectivamente, otras publicaciones como El Español de Londres,
los Diarios de las Cortes de España y el Diario elaborado por los mismos
Guadalupes.
Como ya se
mencionó anteriormente, Los Guadalupes colaboraron de múltiples formas,
sirviendo de correos, reuniendo fondos para pagar sueldos a impresores o
mantener a las familias de insurgentes o
bien consiguiendo información sobre las
declaraciones y acciones de los enemigos.
La
organización secreta de los insurgentes aconsejaba a los caudillos la conducta
que frente a determinados problemas debían adoptar, y si bien no ajustarse a la
realidad político-militar en donde se vivía, en muchas ocasiones si influyó su
consejo en los jefes.
La
revolución insurgente y sus colaboradores secretos aprovecharon las
disposiciones liberales de la Constitución de Cádiz que establecía la formación
de Ayuntamientos Constitucionales, Diputaciones Provinciales y elección de
Diputados a Cortes: en 1813 durante el gobierno de José María Calleja muchos de
ellos participaron en la elección a estos cargos y varios de ellos fueron: Don
Jacobo de Villaurrutia. El P. José Manuel Sartorio, Carlos María de Bustamante,
Conde de Xala, José Mariano Alcalá, Juan Martínez y otros más.
Los triunfos
obtenidos por el Virrey José María Calleja y la derrotas que a partir de 1814
empezaron a sufrir los insurgentes, principalmente con el "desastre de
Tlacotepec", que puso en poder de las autoridades realistas el archivo del
Congreso y el sufrido por Rayón en Zacatlán, en el que también perdió toda su
correspondencia, dieron a los realistas mayores posibilidades de actuación al
hallar ente toda la documentación papeles comprometedores. Con ellos pudieron
tener una buena parte de los hilos de las sociedades secretas y extremar contra
ellas sus medidas de rigor.
Anastasio
Zerecero, participante secreto de los insurgentes, refiere que a partir de este
momento les fue más difícil la comunicación y tuvieron que extremar cuidados
con las reuniones que llevaban acabo en lugares donde la policía no pudiera
descubrirlos.
La derrota
sufrida en Valladolid, a cuyas consecuencias cayó prisionero el brazo derecho
de Morelos -Don Mariano Matamoros-, marcó el principio del fin, ya que en sus
declaraciones fue dando información vital para el movimiento insurgente. La
aprehensión de Morelos en Temalaca, su proceso y muerte el 22 de diciembre de
1815 en San Cristóbal Ecatepec, marcan la declinación rápida de la etapa más
importante de la guerra insurgente.
La
desaparición del caudillo más destacado provocó, con ello que el
movimiento se fragmentara, se dio una
desorganización entre todos sus partidarios, no se abandonó la lucha, pero si
se entró en un estado penoso de abatimiento.
Ante esta
dispersión se disputaron la primacía Rayón quien pretendió conservar la
dirección del movimiento, Guerrero en el Sur; Victoria, Bravo y Terán en
Veracruz.
BIBLIOGRAFÍA
Antología del Diplomado del ILCE,
México, 2001.
Delgado de Cantú, Gloria M. Historia de México, El
Proceso de Gestación de un Pueblo v. VI, México, ed. Addison
Wesley Longan, 1993.,
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Servando Teresa de Mier. La Sociedad Lautaro, México, Anales del
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DOCUMENTOS
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General de la Nación, México. Real
Cédula contra la Masonería. Ramo Reales Cédulas, v. 206, exp. 50, fs. 56-57.
Archivo
General de la Nación, México, Carta de Carlos Alvear a
Rafael de Mérida 1812, Indiferente de Guerra, v. 22, fs .2631.
Archivo
General de la Nación, México, Apuntes sobre la Masonería de Francisco
REAL CEDULA CONTRA LA
MASONERIA[1]
El
Rey D. Fernando VIl, y en su ausencia y cautividad el Consejo de Regencia de
España e Indias, autorizado interinamente por las Cortes generales y
extraordinarias. Siendo uno de los más graves males que afligen a la Iglesia ya
los Estados la propagación de la secta Francmasónica, tan repetidas veces
proscrita por los Sumos Pontífices y por los Soberanos Católicos en toda la
Europa y contra cuyos sectarios expidió el señor Rey D. Fernando VI, de
gloriosa memoria, el dos de julio de mil setecientos cincuenta y uno un Real
Decreto, con las reglas y modo de proceder de los jueces que los aprendiesen,
conviniendo para el bien espiritual de los fieles y tranquilidad de los pueblos
evitar con la más escrupulosa vigilancia la reunión de semejante clase de
gentes, y habiéndose ya descubierto en esos mis dominios de Indias alguno de
estos perversos conventículos, para impedir su propagación o que se introduzca
donde por fortuna no se haya conocido este crimen, y que a los que se atrevan a
cometerle no sirva de disculpa la falta de ley o Real disposición que la
prohíba, ni a los jueces ofrezca motivo de vacilar este mismo defecto, como ha
sucedido en esta causa; he resuelto, habiendo oído a mi Consejo de las Indias y
lo expuesto por mi Fiscal, en conformidad de lo prevenido en el Real Decreto de
dos de julio de mil setecientos cincuenta y uno, ordenar y mandar que todos los
jueces que ejercen en esos dominios la jurisdicción Real ordinaria y con
derogación de todo fuero privilegiado, con inclusión del militar, procedan
contra los expresados francmasones, arrestando sus personas y aprehendiéndoles
los papeles que se les encontraren, luego que de las diligencias, que deberán
practicar con la actividad y celo que demanda la gravedad de la materia,
resulte el suficiente mérito para ello; que si éstos fueron empleados de la
calidad de aquéllos que por las instrucciones, reglamentos o particulares
disposiciones no tengan subalterno inmediato que haga sus veces en ausencia y
enfermedades, el jefe a quien toque la provisión por nombrar sujeto en quien
concurran las circunstancias necesarias para lo que sirva hasta las resultas de
la causa, con la mitad del sueldo del propietario arrestado; que si el
procesado fuese natural de esos o estos don más de la privación del empleo,
título, hábito y cualquiera otra distinción
que goce, se le remita a España bajo partida de registro y si fuere
extranjero, aun cuando tenga carta de naturaleza y haya residido muchos América
con una conducta que en lo exterior haya parecido arreglada destierre de esos dominios y no teniendo
hijos se le confisquen todos sus bienes, por no deber entenderse que mis
benéficas intenciones, cuando la carta de naturaleza les he habilitado para
permanecer, avecindarse y adquirir bienes en ellos, sean extensivas al caso de
un abuso tan reprobado y de las más perniciosas consecuencias; y reflexionando
que por e que ha habido en lo pasado, se encontrarán al tiempo de la
publicación está mi Real disposición,
libros, papeles, ya sean impresos o manuscritos: vestidos, insignias,
instrumentos o cualesquiera otra especie de u de los que sirven al uso de la
secta masónica, deberán consumirlos inmediatamente los que los tengan; en el
concepto de que siendo hallado poder, servirán de un comprobante del cuerpo del
delito y de su adhesión a la misma secta para que únicamente pueden servir. En
cuya consecuencia mando a mis Virreyes, Gobernadores, Presidentes y Audiencias de
mis dominios de Indias, guarden, cumplan, y ejecuten y hagan guardar, y
ejecutar la referida mi Real resolución, comunicándola a las personas quienes
corresponda. y ruego y encargo a los M. R. Arzobispos y R. Obispos procuren, en
ejercicio de su pastoral ministerio, por sí y por medio de los predicadores y
confesores, impedir la propagación y curso de una secta prohibida por los Sumos
Pontífices y que se presenta tanto más perjudicial cuanto es mayor el secreto
con que procuran cautelarse sus sectarios en Cádiz a diecinueve de enero de mil
ochocientos doce.
Yo el Rey [Rúbrica]
Pedro de Agar [Rúbrica)
Presidente.
Por
mandado del Rey Nuestro Señor,
Silvestre Collar. [Rúbrica].
AGN,
México, Reales Cédulas,
Vol.
206, Exp. 50,
F.
56-57. ,
[1] En México el Virrey Francisco Javier Venegas
la publicó por Bando con fecha 27 de octubre de 1812. En él se incluye el Real
Decreto de julio 2 de 1751. que se cita en esta Real Cédula. Vid." AGN, México, Impresos Oficiales,
Vol. 34, Exp. 33, Fs. 104-105.
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